El ‘Imperio de los Enanos’ es un parque de atracciones de la provincia de Yunnan (China) en el cual las estrellas son personas extremadamente pequeñas, y se ha convertido en una de las mayores atracciones del país oriental, al que afluyen además miles de turistas atraídos por la curiosidad y decenas de enanos en busca de trabajo.
Su fundador, Chen Mingjing, millonario de la industria electrónica y los negocios inmobiliaríos, ante el éxito del parque inaugurado el pasado septiembre, aspira a contratar mil enanos para poder responder a la elevada demanda del público.
El Imperio, una serie de construcciones en forma de hongo, está ubicado en unas colinas a cuarenta kilómetros de Kunming (capital de Yunnan).
El Emperador del parque, de apenas un metro de altura, vestido con una túnica amarilla, como los emperadores de la China imperial, domina una corte de hadas, guerreros, cocineros y monjes, que miden de 79 centímetros a 1,3 metros.
Los enanos ("xiao ai ren" en chino) no ocultan su felicidad de estar en ese lugar que algunos ya comparan a un paraíso. “Antes de venir aquí, la mayoría de nosotros sufría discriminaciones. En cambio aquí todos somos iguales y somos respetados. Tenemos nuestra dignidad”, dice por ejemplo Ou Jielin, de 24 años, una chica que antes trabajaba de vendedora en una tienda de ropas en Guangdon (sur de China). Además, su felicidad es total ya que en el parque encontró también al hombre de su vida. “Pienso que era nuestro destino. Venimos de lugares diferentes pero vinimos aquí a vivir como en una familia. Todos estamos felices”, apuntilla.
Otro como Pi Fasi, que toda su vida sufrió de su condición de enano, fue contratado como guardia del Emperador, y espera quedarse en el parque “hasta el fin de su vida laboral”.
Chen Mingjing tuvo la idea del parque cuando compartió de casualidad un viaje en tren con varios enanos. “Sentí que su vida era difícil y quise construirles un hermoso lugar donde pudieran a la vez trabajar y vivir”. Y es que, además del sueldo, los enanos reciben alojamiento, comida y cursos de inglés gratis.
El éxito del parque estimula las ambiciones de Chen Mingjing. “Vamos a armar un equipo de ochocientos a mil enanos. Haremos para ellos un paraíso gigante. El más grande del mundo”, dice entusiasmado Chen, que cada día recibe a decenas de enanos venidos de toda China en busca de este mágico lugar.
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