viernes, 24 de abril de 2009

Cazadores de vampiros

Cazadores de vampirosCaja elaborada con madera de árbol con el interior forrada en terciopelo marrón y que contiene seis compartimentos. Los artículos incluidos dentro son: un martillo de madera con su correspondiente cruz adherida, cuatro estacas de seis pulgadas cada una, un libro de salmos, un cuchillo de trece pulgadas de fácil lanzamiento con la manija de metal y con detalles góticos en forma de colmillos, una jeringuilla capaz de soportar temperaturas de hasta doscientos grados centígrados, ocho pequeñas botellas con agua, aceite, ajo, sueros y pociones secretas, y unos alicates (es de suponer que para arrancar dientes).

Cazadores de vampiros


Cazadores de vampirosSe piensa que fue un monje rumano de Transilvania el creador de esta maleta durante el período comprendido entre 1870-1890 y no solo para la lucha contra los vampiros, sino extensible a la santa pugna contra el resto de fuerzas oscuras, demonios, y otras criaturas infernales.

El siguiente maletín incluye un crucifijo, una estaca de madera fijada con hueso humano, una pistola plateada grabada con una cruz y con cuatro balas, un frasco vacío probablemente para albergar el agua santa y otro envase para el ajo.

Cazadores de vampirosLa caja lleva la grabación en latín de la leyenda "Deus vult" ("Dios lo quiere"), frase que data de tiempos del Papa Urbano II, y grito de batalla durante la declaración de la primera Cruzada en el Concilio de Clermont del año 1095.

Sobre los siguientes kits, igualmente interesantes, hay ciertas dudas (mayores o menores) sobre su verdadera originalidad, sospechándose que muy posiblemente fueran elaborados para la venta a turistas, coleccionistas... y similar:

Cazadores de vampiros


Cazadores de vampiros
Cazadores de vampiros
Cazadores de vampiros
Cazadores de vampiros
Cazadores de vampiros
Cazadores de vampiros
Cazadores de vampiros
Cazadores de vampirosA pesar de que como os comento nos encontremos muy posiblemente ante copias más o menos fieles a determinados originales, no todas las cajas datarían de la época actual, ni siquiera reciente. Por ejemplo, de algunas hay datos para afirmar que fueron elaboradas a inicios del pasado siglo por lo que también tienen su pequeña historia.
De otras se afirma que son de finales del XIX y que fueron creadas en Reino Unido.
Ya que estamos, y solo un poco al margen de la entrada de hoy, una historia entre divertida, macabra y esperpéntica... Curiosamente a finales de ese siglo, en Londres, se formó una sociedad de cazadores de vampiros. Un grupo de casi cien sujetos convencidos de que en el cementerio de Highgate habitaba un vampiro de más de dos metros de altura. Con el fin de capturarlo, se dedicaron con nocturno ahinco a la ardua tarea de vaciar cada una de las tumbas. Así, por las mañanas, los sufridos cuidadores del recinto se encontraban con no menos de una docena de cadáveres que yacían a los costados de las tumbas con estacas clavadas en su pecho. Finalmente no quedó más remedio que dejar actuar a la policía, que logró atrapar a los miembros de dicha sociedad, que sin duda estaban causando más molestias que el vampiro en sí -pues no había datos de muerte alguna sino tan solo de gente que juraba haberlo visto-, y tras su paso por el correspondiente tribunal, su líder fue acusado de dañar monumentos funerarios y de cometer actos indignos con los cuerpos enterrados. Algo mágico tendrá este cementerio que le sirvió de inspiración a Bram Stoker para ambientar su novela Drácula en los capítulos que sitúan al conde rumano en Inglaterra, pues el caso explicado no es el único aquí acontecido.
Retomando nuestro tema, de lo que no cabe duda es que estas cajas son tremendamente seductoras por lo que no extraña que algunas de ellas -copias o no- sean auténticas piezas de museo y se exhiban como tales en algunos muy prestigiosos. Viéndolas, le entran a uno ganas de irse por las noches ni que sea al cementerio más cercano en busca de oscuras aventuras. Si alguno se anima, que sepáis que con una simple caja de cerillas y un poco de astucia os será suficiente pues una de las formas más seguras que existen para acabar con un vampiro es quemando su cuerpo. También es posible acabar con ellos poniéndolos directamente entre dos espejos. Obviamente, enterrándole la clásica estaca en el corazón, asiento de vida y poder. Sobre esto, los hay que afirman que la estaca tiene que ser de un tipo especial de madera tal como pudiera ser el fresno. Otros recomiendan que las estacas sean elaboradas con ramas de espino blanco, por ser estas las ramas con las que se hizo la corona de espinas que portó Nuestro Señor Jesucristo. También puedes recurrir a la luz del sol o directamente a cortarle la cabeza, que nunca falla. Sabed también que los vampiros no pueden cruzar el agua en movimiento (un río, por ejemplo), siendo esta otra segura forma de aniquilarlos. Por contra, si no eres demasiado aguerrido/a y no te atreves a darles muerte, es más, ni siquiera quieres que se te acerquen, simplemente podrás ahuyentarlos con un perro completamente negro que sobre los ojos tenga pintados otros dos de Ángel de color blanco. Y si finalmente, lo que pasa es que tienes profundas y serias sospechas de que lo que de verdad le ocurre a alguien cercano recién fallecido es que realmente es un vampiro, el sencillo modo de prevenirlo y al que debemos recurrir es a algo tan simple como enterrar su cuerpo girado hacia abajo.
¡Buena caza!

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