jueves, 5 de mayo de 2011

Adiós, Kathleen (la carta más fría jamás hallada)

Es una carta dramática, escrita a 70º bajo cero y con la seguridad de la muerte rondando sobre la cabeza. La escribió para su mujer el capitán británico Robert Scott, quien una vez pretendió convertirse en el primer hombre en llegar al Polo Sur... “Querida, no es fácil escribir por el frío, setenta grados bajo cero y nada más que nuestra tienda de campaña”, escribió Scott. “Lo peor de esta situación es que no te volveré a ver, hay que afrontar lo inevitable”, le decía el capitán a su mujer, a la que le pedía que se volviera a casar. “Cuando el hombre adecuado llegue para ayudarte en la vida, deberías volver a ser feliz (...) espero ser para ti un buen recuerdo”, proseguía el explorador.
¡Pobre capitán!, el mismo que en el año 1912 intentó sin éxito ser el primero en llegar al Polo Sur, sueño que no cumplió porque el noruego Roald Amundsen llegó un mes antes que él.
En la carta, además de expresarle su dolor por no volver a verla, Scott le pedía a su Kathleen que animase a su hijo Peter, por entonces con tres años de edad, a estudiar historia natural, pues “es mejor que los juegos”. (Peter Scott se convertiría con el tiempo en uno de los más famosos naturalistas y ornitólogos del Reino Unido.)
La misiva estaba fechada en marzo de 1912, y fue encontrada un año después en la tienda de campaña en que el capitán y su equipo se refugiaron.
(La primera exploración de Scott a la Antártida tuvo lugar entre 1901 y 1904, mientras que la segunda empezó en enero de 1911 y llegó al Polo Sur el 17 de enero de 1912, un mes después de que lo hiciera el noruego Roald Amundsen. Scott murió mientras emprendía el regreso por falta de suministros.)

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